Amor de herman@s en mi vida con DT1
Sin absolutamente NINGUNA duda, puedo decir que mi vida con y sin DT1 jamás hubiera sido la misma sin el apoyo y el amor de mis herman@s.
Soy la tercera de cuatro hermanos y cada uno de ell@s ha jugado una parte fundamental en mi vida, Jeff es el mayor y único hombre, seguido por María, luego voy yo y Gaby es la menor de los cuatro.
Fui diagnosticada el día del cumpleaños número 12 de María Jose , un día que creo que ninguno de los miembros de mi familia va a olvidar jamás pues la verdad fue bastante fuerte pero otro día les contaré más acerca de mi debut.
Hasta el día de hoy he sido sumamente unida con cada un@ de mis herman@s, aún cuando peleábamos al ir creciendo cada uno de ellos ha llenado mi vida de alegría siempre, me han acompañado, me han dado apoyo y siempre me han hecho sentir igual.
Aunque cada uno de ellos a lo largo de mi vida con DT1 siempre me han visto con los mismo ojos y nunca me han hecho sentir diferente se que la llegada de esta condición a nuestra vida no fue fácil para ell@s, en aquel entonces estábamos chicos y no contábamos con mucha información por lo que se que no se les hizo fácil que de un día al otro los dulces, cereales azucarados y postres desaparecieran por completo de nuestra casa por órdenes médicas, les recuerdo que en aquel entonces no había nada acerca del conteo de carbohidratos y lo que nos indicaron fue eliminar por completo el azúcar de nuestra casa y mis papás después de tremendo susto así lo hicieron y los dejaron "libres e azúcar" de un día al otro, lo cual estoy segura que aún cuando nunca me dijeron nada no se les hizo fácil aceptar o entender.
Mis papás tal y como les he contado optaron por explicar lo que era la diabetes tipo 1 a todos aquellos que vivían conmigo y a mi alrededor desde profesores, compañeros y amigos hasta por supuesto mis hermanos.
En ocasiones he notado como para l@s herman@s esto se puede hacer difícil pues de alguna manera sienten que son responsables de cuidar del hermanito o hermanita con DT1 y les cuento que nosotros no fuimos la excepción.
Cada uno de ellos aprendió perfectamente bien a medirme la glucemia, a actuar en caso de hipoglucemia y a invitarme a chequearme en caso de que les surgiera la duda de que algo anduviera mal y hasta el día de hoy les prometo que Gaby cada vez que nos vemos me pide al menos 2 veces que me mida, casi como si estuviera preocupada de que algo fuera a suceder y aún cuando en ocasiones está en lo correcto no siempre es así, lo cual me duele un poco el corazón pues me entristece pensar que siempre esté preocupada por mí, pero al mismo tiempo me hace saber que me ama y le interesa que esté bien,además aclaro que esto nunca ha sido razón para que ellos piensen que puedo o no hacer algo.
Se que cuando en una familia a alguno le sucede algo, la atención tiende a ponerse sobre ella o él y cuando la DT1 llega muchas veces es difícil para los padres manejar la atención con sus otros hij@s y en ocasiones incluso se sienten culpables por esto, una vez más déjenme decirles que los comprendemos, por algún tiempo esto nos sucedió a nosotros también, después de tal susto mis papás estaban constantemente pendientes de mí pero ellos hablaron con mis hermanos, les explicaron la situación y con el tiempo fueron confiando en que yo podría cuidarme sola y las cosas se fueron acomodando y en el intermedio mis hermanas especialmente se aprovechaban de la situación y cada vez que querían algo me ponían a mi a pedirlo y se salían con la suya.
Hoy puedo decir que mis herman@s cada un@ de ell@s, son pilares fundamentales de mí vida, no solo por que me aman y me apoyan pero por qué son maravillos@s, siempre nos acompañamos, nos reímos y han hecho algo maravilloso por mí, han hecho de mi DT1 algo natural y normal, algo que simplemente es parte de nuestra vida algo tan cotidiano como el que siempre nos levantamos temprano. María y Jeff le han explicado a sus hijas acerca de mi condición y ellas desde el inicio lo han entendido perfectamente bien.
Mis herman@s nunca han permitido que la DT1 sea motivo de diferencia o de dejar de sonreír.
Hoy queremos invitarlos a que hablen con sus hij@s, herman@s, familiares y amig@s acerca de la DT1 o la DT2, les puedo decir que la educación ha cambiado, fortalecido y mejorado nuestra vida en familia, que aún cuando no siempre se hace fácil, si todos entendemos las cosas mejoran.
No permitan que la llegada de un diagnóstico separe su familia, más bien que sea lo contrario y que los traiga cada día más cerca y les permita sonreír tanto como mis herman@s y yo en esta foto.