La historia de Valentina mi sobrina y mi diabetes tipo 1.
Soy la tercera de cuatro herman@s y la muy dichosa tía de tres maravillosas niñas, Valentina es la mayor, luego Cristina e Isabel, las cuales solo alegría y amor han traído a mi vida desde que nacieron.
Con cada una hemos ido hablando y explicándoles acerca de la diabetes tipo 1 pues pasan bastante tiempo con nosotros.
Pero hoy les voy a contar un poco acerca de Valentina quien al ser la mayor fue la primera de mis sobrinas con quien debía tratar de explicar qué y cómo era una vida con diabetes tipo 1.
Cuando estaba muy pequeña debo de confesar, yo no le di mucha importancia a explicarle el por qué me aplicaba inyecciones de insulina, lo hacía con toda naturalidad frente a ella pues la verdad nunca me ha sido difícil aplicarme insulina frente a otros, al ser tan natural para mí y mi familia asumí que sería igual para ella. Les comento, que no creo que esto haya sido la mejor decisión es decir asumir que ella entendería de buenas a primeras que yo debía de inyectarme y en efecto esto no fue así; como estaba tan pequeñita, por ratos la veía que aunque no me decía nada se me quedaba mirando fijamente mientras me la aplicaba y luego torcía los ojitos como si no quisiera verlo, para este momento Valen no tenía ni tres años, pero mi hermana mayor (la mamá de Valentina), siempre ha sido muy clara y ese día decidió explicarle a su pequeña que yo debía aplicarme insulina, que no debía tener miedo y que no había nada "malo" ni "raro" en hacerlo, a lo cual la pequeña quedo en silencio pero notablemente más tranquila.
Esto que ocurrió hace casi de una década, me hizo entender cuan importante era hablar de manera clara acerca de la diabetes sin importar la edad de las personas involucradas.
Después de este incidente, me di a la tarea de hablar con Valen acerca de lo que era la diabetes tipo 1, que era, por qué había llegado a mi vida, como se trataba y ante cualquier pregunta que ella tuviera, intenté y hasta hoy sigo tratando de responderle de manera que quede claro para ella y le de una mejor idea de lo que es.
Recuerdo que antitos de que entrara a preparatoria, un día les fui a visitar y se me bajo el azúcar estando en su casa, por lo que ese día le explicamos que era una hipoglucemia, el tipo de sintomatología que tiene, que debía de hacer si ocurría e incluso a quien llamar si algo me pasaba.
Como a mediados de año lectivo, invitaron a Valen a una fiesta y mi hermana estaba de viaje por lo que me pidió a mi que la llevara, a lo cual accedí con gusto. Resulta que en media fiesta ella llegó a pedirme un refresco a lo cual yo le dije que claro, que fuéramos a buscar uno, pero antes que levantara, me dijo "no tía no te levantes te voy a medir el azúcar, creo que estas bajita," esto me dio mucha risa pues aunque estaba cansada, no me sentía mal y me hizo gracia que me dijera que ella iba a tomarme la medición.
Al mismo tiempo, me pareció que era importante hacerla parte de toda la experiencia de vivir y compartir con alguien que vive con diabetes tipo 1, por lo que decidí dejarla medirme el azúcar, para mi sorpresa estaba en 56, a lo que ella inmediatamente me dijo "te voy a compartir mis marshmellitos, con eso te vas a sentir mejor," en ese momento le agradecí los marshmellows pero le dije que mejor iba a tomar glucosa, así lo hice y todo salió bien.
Cuando veníamos de regreso, le pregunté que cómo se había percatado de mi hipoglucemia y su respuesta me dejo boca abierta, me dijo "te veías bien, pero estabas hablando un poco más despacio de lo usual," esa pequeña de tan solo 6 años no solo identificó mi hipoglucemia, pero supo que hacer al respecto.
Honestamente, para mí, lo más importante es que ella todo el tiempo estuvo tranquila, confiada y segura, lo vio como algo que debía ser tratado más no temido, eso para mi no tiene precio.
Hace un año incluso, ya estando bastante más grande y ya por poco toda una experta en diabetes (después de casi 12 años de vida con una tía activista en diabetes), tuvimos la visita de un amigo que también tiene diabetes tipo 1, fuimos a correr en la mañana y luego fuimos a almorzar con él y desde que llegamos Valen me dijo "tía a tu amigo se le bajo el azúcar," le pedimos que se midiera y en efecto estaba bajo, a lo que él le agradeció su colaboración y la felicitó por estar atenta a los síntomas.
Desde entonces yo la vacilo y le digo que me la voy a traer a vivir conmigo para que me detecte las hipos sin tener que pincharme, pero ella siempre se ríe y me dice que no cree que sea muy seguro por que no me puede dar el número exacto.
Hoy día Valentina sabe muy bien qué es la diabetes tipo 1, sabe y entiende perfectamente que con el manejo adecuado no es ningún inconveniente para vivir una vida sana y libre de complicaciones.
Justo el año antepasado un niño nuevo con diabetes tipo 1 llego a su clase; ser nuevo siempre es complicado y ser el único niño con diabetes tipo 1 en la escuela no siempre es sencillo, pero Valen al verlo nervioso con el glucometro se le acercó y le explico que ella tenía una tía con diabetes tipo 1, que ella sabía que esto no era impedimento de nada, pero que si en algún momento él necesitaba algo que no dudara en decirle. Comprenderán que cuando me contaron esto llore como por tres días pues estaba sumamente conmovida, de ver a mi pequeña actuando de esa manera.
Por otro lado, esta experiencia en particular, una vez más me dejo claro como cada uno de nosotros puede ser un agente de cambio social en pro del bienestar emocional, la no discriminación y la buena educación acerca de condiciones crónicas como la diabetes.
Como con la educación adecuada podemos cambiar mitos, vencer miedos y prevenir la discriminación por ignorancia, me hizo entender cuan importante es involucrar, explicar y compartir los detalles de la condición con aquellos que son parte de nuestra vida, pues no sabemos si el día de mañana estarán al lado de alguien que viva con esta condición también.
La diabetes tipo 1 o tipo 2, no es algo de lo que debamos apenarnos, por el contrario educando e informando acerca de ella, desde nuestros seres queridos, hasta amigos y conocidos, puesto esto puede cambiar para bien la vida de muchos.
Hoy los invitamos a que hablen con sus familias, compañeros de trabajo etc y en conjunto trabajemos en educar nuestra comunidad acerca de lo que verdaderamente es la diabetes tipo 1 y tipo 2.