26 años de vida con Diabetes Tipo 1
Hoy 21 de marzo del 2018 cumplo 26 años de vivir con diabetes tipo 1, después de todos estos años puedo decir que me siento feliz. Feliz pues estoy sana, en paz con mi condición y puedo ver como el esfuerzo de cuidar de mi salud todos estos años ha dado fruto.
Cuando pienso en estos 26 años a veces me cuesta creerlo, de alguna manera se me hace curioso pensar que llevo más de la mitad de mi vida viviendo con diabetes. A su vez me asombro cada día pues me sorprende enormemente la manera en que ha cambiado el mundo desde aquel día en el que ingresé al hospital de niños hasta hoy.
Recuerdo que cuando fui diagnosticada, no teníamos glucómetros disponibles ni a la venta ni el el hospital por lo que debía ir a mi casa con unas cintas a las cuales se les aplicaba una cantidad importante de sangre y cambiaban de color. Lo malo era que no eran muy precisas pues era color verde si uno estaba entre 50 y 170, amarillo 180 a 250 y rojo más de 250 (aclaro que esto no es exacto pero era algo muy similar a esto) lo cual hacía sumamente complicado tener un manejo adecuado de mis glucemias y hoy estamos viendo cosas como monitoreos constantes de glucosa, monitores flash de glucosa y por supuesto que no pueden faltar los glucómetros tradicionales tan importantes y tan exactos.
Es decir, me parece maravilloso como el mundo se ha ido transformando para que aquellos que vivimos con esta condición tengamos cada día mejores oportunidades, que no nos sintamos solos. Hoy día sin importar donde estemos podemos encontrar grupos de apoyo, de educación y acompañamiento, cuando antes era "casi imposible" conocer al alguien mas con tal condición.
Hoy 26 años después de mi diagnóstico, puedo decir que de las cosas más importantes que he aprendido, es que entiendo cuán importante es el apoyo y la educación, puedo decir que sin duda hoy soy quién soy, pues tengo unos padres y hermanos que a pesar de la falta de información de aquel entonces, se dieron a la tarea de aprender y pedir ayuda para conocer acerca de la diabetes tipo 1, se dedicaron a acompañarme, a apoyarme y a no diferenciarme de ninguna manera; siempre supe que no estaba sola. Cuando estuve en momentos y épocas de mi vida "complicadas", se esmeraron en que mis cuidados fueran óptimos y aun cuando fue necesario, me llamaron la atención y me recordaron la importancia y el valor que tenia el cuidar de mi misma.
Tengo un esposo que desde el primer día se dió a la tarea de aprender acerca de la diabetes tipo 1. La ha hecho parte activa y más que bienvenida de nuestro matrimonio.
A su vez se que hoy estoy, y me siento como me siento gracias al trabajo de mi endocrinólogo, mi psicólogo y mi nutricionista, ya que cada uno de ell@s se esmeraron en hacerme entender lo que le favorecía a mi cuerpo, me ayudaron a manejar mis emociones, temores y enojos y me permitieron entender la importancia de cuidar mi cuerpo diariamente.
Por otra parte, el haber tenido la oportunidad de convertirme en miembro de la Asociación Día Vida, me permitió aun más el poder sentirme acompañada, el tener la oportunidad de conocer a otros viviendo con la misma condición me lleno de alegría (por extraño que suene) ya que realmente no me sentía ni sola, ni incomprendida; a su vez aprendí que tanto yo como mi DT1 eramos distintas y únicas, lo que hizo que quisiera aprender cada día más, es decir me motivó y me trajo hasta aquí, con la bendición de haber encontrado amigos maravillosos alrededor de todo el mundo que como yo, luchan por una mejor calidad de vida para todos lo que vivimos con diabetes.
.Para este momento les confieso que me siento como en los agradecimientos de los premios Oscars y si así fuera y ahí estuviera, además de agradecer a todos los que he ido mencionando, hoy quiero darme gracias a mi misma también, por no haberme dado nunca por vencida, por luchar cada día por aprender más para estar mejor, por no conformarme con las "medidas únicas" que claramente no servían para mi, por hacer esfuerzos en todo tiempo, aun en la adolescencia cuando quería seguir durmiendo pero me levantaba pues sabía que necesitaba mi insulina y que eso era prioridad. Por no perder la alegría o el entusiasmo para seguir luchando, aún en esos días cuando nada hace sentido y las glucemias "hacen lo que quieren;" por aprender que mi salud literalmente esta en mis manos y entender que mis decisiones afectan mi vida para bien o para mal .
Hoy quiero decirles que es posible vivir sano y feliz con diabetes, que requiere esfuerzo SI, pero que es posible SI. Hoy los invito a creer en ustedes, a no darse por vencidos, a modificar lo que requiera ser ajustado, a luchar por su salud y a saber que aún en los días "malos" hay enseñanzas que de todo podemos aprender para crecer y ser mas fuertes.