Es importante saber y entender que no siempre es fácil.
Cuando hablamos y trabajamos con la diabetes, es importante comunicar lo que podemos hacer para estar mejor, vivir felices y sanamente. Pero a la vez, es fundamental hablar acerca de cómo no siempre es fácil lidiar con ella, y qué podemos hacer al respecto.
En la época en la que fui diagnosticada yo vivía en un residencial donde habían muchos niños, todos salíamos a jugar y eramos muy amigos, hoy recuerdo con un poco de pena, como cuando fui internada yo pensaba constantemente ¿Por qué a mí? ¿ Por qué no a uno de mis vecinos? En mi mente era imposible comprender cual era el propósito de esto, y por qué de todos los niños, específicamente tuve que ser yo, realmente no hacía ningún sentido y esto fue algo que me tomó algún tiempo poder tramitar (les adjunto la foto de mis amigos de aquella época).
Cuando tenemos diabetes, estamos constantemente pendientes de nuestras glucemias, un ejemplo personal de esto es cómo cada vez que voy a escribir en el blog debo revisar mi azúcar antes, pues me ha pasado que si estoy "bajilla," escribo pero el resultado no es el qué deseo y me toca volver a empezar.
El estarme controlando no solo aplica para lo laboral pero también para otras cosas tan simples y cotidianas como hacer ejercicio, manejar, dar una charla, comer o irme a dormir, constantemente debo estar pendiente de mis números y revisar que las cosas marchen bien.
Debo aclarar que en mi caso personal ya estoy muy acostumbrada a medirme y a inyectarmente, es algo que he hecho tanto a lo largo de mi vida que hoy ya me es natural y automático y lo hago sin ningún problema.
Mas aún, en noviembre del 2015 tuve la oportunidad de asistir a una charla de personas con diabetes y uno de los datos de los que hablaron fue el de cuantas veces al año, una persona con diabetes debe de medirse el azúcar e inyectarse y tomar decisiones al respecto.
Cuando regresé al hotel me dispuse a hacer la matemática y me percaté que yo, me mido el azúcar como mínimo 2555 veces al año y me inyecto 1460 veces, esto sin contar las correcciones, lo cual me hizo darme cuenta de cuan pendiente estoy de mis niveles, así como de la cantidad de esfuerzo que requiere mantenerse controlado.
Uno de los temas, que por lo general más preocupación generan es el de lograr los números "deseados o ideales," para mí esto ha sido un tema pues muchas veces aún comiendo lo que debo, haciendo ejercicio y siguiendo todos los consejos del médico, mis números no siempre se acomodan como yo quiero.
Les cuento que hace un tiempo, me molesté ya que de un momento a otro, sin ninguna razón aparente mi azúcar empezó a subir, a pesar de que me corregí e hice lo que debía, mi azúcar continuó subiendo y subiendo, tuve que hacerme 7 mediciones en un lapso de tres horas y en cada una los números continuaban sin mejorar.
Hasta el día de hoy no se por qué habrá subido tanto mi azúcar esa noche y aunque finalmente logré acomodarme, en el momento me preocupó el ver que los números no se acomodaban a pesar de mi esfuerzo.
Este tema en particular se que es motivo de frustración, preocupación, estrés y aún ansiedad para muchos, tanto para pacientes como para padres o familiares, pues no hace sentido que aún cuando uno hace lo que debe, las cosas no salgan como se supone deben acontecer.
Cuando se evalúan las cosas de esta manera, podemos llegar a la conclusión de que cuidar y regular nuestra diabetes es un trabajo de tiempo completo y que al igual que cualquier trabajo del mundo pueden haber días difíciles y cansados, pero a su vez es vital tener presente, que también hay días maravillosos, llenos de logros y alegrías y hay otros que pasan sin mayores eventualidades.
Al inicio del post les comentaba que es importante saber qué podemos hacer al respecto si nos sentimos cansados o frustrados.
Primeramente creo que es importante tener claro que es normal sentirse cansado de vez en cuando, más no esta bien que sea una constante, si esto es así es importante pedir ayuda a un profesional.
Por otro lado, a través de los años he logrado entender que muchas veces aunque hagamos todo bien, el azúcar no siempre responde como queremos, pero si actuamos correctamente, y sabemos que esto se presenta de manera esporádica y no es la norma de nuestra vida, las cosas van a estar bien.
A sí mismo, me ha ayudado mucho que tanto mis papás como mi esposo tengan lo anterior claro, pues eso permite que los grados de preocupación disminuyan en todos, hemos ido entendiendo que existen factores que afectan mis glucemias pero que con ayuda del médico y con las mediciones constantes las cosas se acomodan a bien en corto tiempo. Si esto no sucede en su caso, llame a su endocrinólogo o saque una cita y hable con él al respecto para hacer los cambios pertinentes y de esta manera pueda tener un mejor control de su diabetes.
Finalmente debo decir que después de todos estos años con diabetes he logrado entender que mi salud vale todo ese esfuerzo, puedo entender que cada una de las mediciones e inyecciones son las que hoy más de 20 años después de diagnosticada han sido lo que me ha permitido estar sana, feliz y libre de complicaciones y todos estos años después sigo siendo amiga de mis amigos del barrio y al que ellos estoy bien, tengo mi familia, trabajo en lo que me hace feliz y salí adelante.
Hoy quiero decirle que todos valemos el esfuerzo, debemos cuidarnos, comer bien, hacer ejercicio, medirnos el azúcar, inyectarnos o tomar pastillas, por que la salud no tiene precio y la salud nos da felicidad.
Si se siente cansado, triste o agobiado, pida ayuda, el trabajo en equipo nos permite estar mejor, pero no se de por vencido, sepa que sus esfuerzos tienen un propósito, y ese propósito es usted y su bienestar físico y emocional.